Imaginar a Cristo nuestro Señor delante y puesto en cruz hacer un
diálogo interno de cómo de Creador ha venido a hacerse hombre y de vida eterna
a muerte temporal y así a morir por mis pecados; otro tanto mirándome a mi
mismo preguntándome lo que he hecho por Cristo, lo que hago por Cristo y lo que
debo de hacer por Cristo.
Lo acá publicado está bajo la protección del Art. 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que estipula: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
miércoles, 27 de marzo de 2024
Compañía de Loyola. DIALOGANDO CON EL CREADOR
GENERAL SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
martes, 26 de marzo de 2024
Marchando con la Soberana Compañía de Loyola. LA ORACIÓN PREPARATORIA
Pedir gracia a Dios nuestro Señor
para que todas nuestras acciones, intenciones y operaciones sean puramente
ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad.
San Ignacio de Loyola
GENERAL SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
FUNDADOR DE LA ORDEN DE CABALLERÍA
San Ignacio de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
lunes, 25 de marzo de 2024
Marchando con la Soberana Compañía de Loyola. EL EXAMEN DE CONCIENCIA GENERAL
GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA
DIPLOMADO EN DEFENSA NACIONAL
- Dar gracias a Dios nuestro señor por los beneficios recibidos.
- Pedir gracia para conocer los pecados y eliminarlos.
- Demandar cuenta al ánima desde la hora que se levantó hasta el
examen presente, de hora en hora o de tiempo en tiempo; primero del pensamiento
y después de la palabra y posteriormente de la obra.
- Pedir perdón a Dios nuestro Señor de las faltas.
- Proponer enmienda con su gracias. (Páter nostre)
San Ignacio de Loyola.
GENERAL SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
FUNDADOR DE LA ORDEN DE CABALLERÍA
San Ignacio de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
Cuerpo Socorro Argentino
cuartelmaestre@gmail.com
ordendeloyola@gmail.com
domingo, 24 de marzo de 2024
Capellanía Soberana Compañía de Loyola. Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
El domingo de Ramos, comienzo de la Semana Santa, sitúa ante nuestra mirada
a Jesucristo en el misterio de la salvación del hombre. Jesús entra en
Jerusalén ensalzado hoy con palmas y ramos de olivo y se someterá
voluntariamente a cruel Pasión hasta la muerte en Cruz, para redimirnos del
pecado y de la muerte y resucitar en el amanecer del Domingo de Pascua,
mostrándonos nuestra excelsa condición.
(InfoCatólica) San
Andrés de Creta. Sermón sobre el domingo de Ramos 9
Venid, y al mismo tiempo que ascendemos al monte de los Olivos, salgamos
al encuentro de Cristo que vuelve hoy de Betania y por propia voluntad
se apresura hacia su venerable y dichosa pasión para poner fin al misterio de
la salvación de los hombres.
Porque el que iba libremente hacia Jerusalén es el mismo que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, para
levantar consigo a los que yacíamos en lo más profundo y colocarnos,
como dice la Escritura, por encima de todo principado, potestad, fuerza y
dominación y por encima de todo nombre conocido.
Y viene, no como quien busca su gloria por medio de la fastuosidad y de
la pompa. No porfiará, dice, no gritará, no voceará por las calles, sino que
será manso y humilde, y se presentará sin espectacularidad alguna.
Ea, pues, corramos a una con quien se apresura a su pasión, e
imitemos a quienes salieron a su encuentro. Y no para extender por el
suelo a su paso ramos de olivo, vestiduras o palmas, sino para prosternarnos
nosotros mismos con la disposición más humillada de que seamos capaces y con el
más limpio propósito, de manera que acojamos al Verbo que viene, y así
logremos captar a aquel Dios que nunca puede ser totalmente captado por nosotros.
Alegrémonos, pues, porque se nos ha presentado mansamente el que
es manso y que asciendo sobre el ocaso de nuestra ínfima vileza, para venir
hasta nosotros y convivir con nosotros, de modo que pueda, por su parte,
llevarnos hasta la familiaridad con él.
Ya que, si bien se dice que, habiéndose incorporado las primicias de
nuestra condición, ascendió, con ese botín, sobre los cielos, hasta el oriente,
es decir, según me parece, hasta su propia gloria y divinidad, no abandonó,
con todo, su propensión hacia el género humano hasta haber sublimado al hombre,
elevándolo progresivamente desde lo más ínfimo de la tierra hasta lo más alto
de los cielos.
Así es como nosotros deberíamos prosternarnos a los pies de
Cristo, no poniendo bajo sus pies nuestras túnicas o unas ramas inertes,
que muy pronto perderían su verdor, su fruto y su aspecto agradable, sino revistiéndonos
de su gracia, es decir, de él mismo, pues los que os habéis incorporado a
Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Así debemos ponernos a
sus pies como si fuéramos unas túnicas.
Y si antes, teñidos como estábamos de la escarlata del pecado, volvimos
a encontrar la blancura de la lana gracias al saludable baño del bautismo,
ofrezcamos ahora al vencedor de la muerte no ya ramas de palma, sino trofeos
de victoria.
Repitamos cada día aquella sagrada exclamación que los niños cantaban,
mientras agitamos los ramos espirituales del alma: Bendito el que
viene, como rey, en nombre del Señor.
GENERAL SOBERANA COMPAÑÍA DE LOYOLA
FUNDADOR DE LA ORDEN DE CABALLERÍA
San Ignacio de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
Cuerpo Socorro Argentino
cuartelmaestre@gmail.com
ordendeloyola@gmail.com
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